viernes, 20 de enero de 2012

El RIO DEL TIEMPO (Reflexión IV)

El río del tiempo

Para nosotros los tiempos suelen ser importantes. Cuando conoces a alguien no trazas un objetivo lineal que indefectiblemente tenga que dirigirte matemáticamente a una relación sexual y menos necesariamente ya y en ese momento. Aunque el sexo, evidentemente, es un componente primordial en una relación swinger, esto no significa que sea el objetivo primario ya que entendemos que para que exista buen sexo se han de dar muchas circunstancias que lo envuelven y acrecientan su gozo.

La seducción, la confianza, la provocación y el coqueteo, la insinuación,…. Son los componentes de un cóctel afrodisiaco que conduce al disfrute de la relación sexual en su máximo esplendor y su mayor naturalidad. Simplemente el hecho de sentir o pensar que los otros intervinientes en la relación, o parte de ellos, no la desean en la misma forma que tu puede suponer que un viento frío entre por la ventana y congele todo cuanto roza.

Nuestras primeras experiencias y sucesivas, han contado siempre con ese calor cercano del deseo compartido que sublima la relación haciendo desaparecer los más íntimos pudores  para diluirlos en un sinfín de caricias encadenadas que van fluyendo, de una forma constante, hasta precipitarse en una gran cascada  que revienta su esplendor en un remanso de gozo.

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