lunes, 19 de marzo de 2012

Los cuentos mágicos (relatos) ACTO II


  • El sexo es una armonía de sensaciones y de ambientes

Había expresado el comendador mientras se recreaba fijamente en la observación de los tonos Burdeos en la copa de Vino que , cristalinos, jugaban en su mano mientras reposábamos la cena en una terraza junto al malecón.

  • La degustación de los placeres engloba todos los sentidos y , al igual que en un ballet, las distintas fragancias de las mujeres y los hombres en el patio de butacas se mezclan con las notas y el espectáculo visual de la danza, en el sexo, la armonía o distorsión del ambiente se mezcla con los cuerpos para crear instantes únicos e irrepetibles.
  • Por esa regla de tres, querido Pierre, un concierto de los Rolling Stones , impregnado del olor a sudor, orines y cerveza, invadido por el humo de cigarros y hiervas y salpicado de los vómitos de la gente enfebrecida debería ser un espectáculo espantoso e insufrible que, asimilado a una relación sexual, habría de enfriar todas las pasiones.
Samantha se había expresado con cierta dejadez y ese desdén típico de la mujer que ha escuchado ya las opiniones de su marido en tantas ocasiones que llegan a perder su encanto e interés.

Si algo podía definir a Samantha era su marcado semblante de efigie egipcia que le hacía resplandecer en todo momento, más que como una emperatriz al estilo de Cleopatra , como la suma sacerdotisa de Isis o como una Vestal romana enaltecida por un incontestable alumbre de misterio.

Su magnífico porte brillaba con luz propia recortando una perfecta silueta en los tonos anaranjados del anochecer frente al mar. Acodada sobre la balaustrada de madera, con la copa de armagnac sostenida entre sus delgados dedos de marfil, daba la impresión de flotar sobre las olas que , a lo lejos , rompían con un imperceptible estruendo sobre la blanca arena de la playa.

Algunos pescadores habían comenzado ya a encender las hogueras.

  • Como he dicho, querida, se trata de instantes únicos e irrepetibles y cada acto tiene su momento, su sabor y sus caricias. El embrujo delicado de un sexo clásico y voluptuoso de sensuales caricias y gemidos en nada tiene que superar al apasionado choque de sudores de un sexo bizarro repleto de jugos , de dominio y de suciedad, cada acto tiene sus momento y sus placeres que se perfeccionan en el ambiente , en el entorno y en los detalles.
  • Según tu , entonces, el sexo tiene una gran parte de ritual.
  • Noo, querida, el sexo es todo un ritual en si mismo siempre que entendamos este como algo más allá de un mero apareamiento.

Pierre había contestado a Gloria en una mirada directa y penetrante , girándose hacia ella desde la cintura e inclinándose sobre su pecho, de tal forma, que a Gloria le pareciera que aspirase sus aromas en un profundo olfateo que la desnudaba desde los tobillos hasta su delgado cuello. Había sentido su sexo palpitar en ese calor húmedo que precedía al intenso rubor en sus mejillas y que yo sabía interpretar perfectamente no como vergüenza sino como una clara señal de su instintivo deseo.

La conversación..., la deliciosa comida a base de langosta..., los potentes y fragantes vinos que acompañaran las sabrosas y enrojecidas carnes,... el delicioso y dulce perfume del Armagnac,.. habían potenciado los sentidos de tal forma que el ambiente se veía impregnado de una sensualidad casi palpable, reforzada por el entorno y la belleza de las tres mujeres y que enardecía así mismo la presencia de los tres hombres que compartíamos mesa, mantel y... charlas.

Paloma, la mujer de Alejandro , contemplaba ensimismada la escena atendiendo con curiosidad la conversación que , para su tradicional educación navarra, era algo subida para una sobremesa convencional.

Su casi metro ochenta y cinco de estatura apenas si lograba esconder la desnudez de su interior en un sinuoso vestido de lino que dejaba ver , en el cruce de sus piernas, unos muslos perfectamente esculpidos por la naturaleza y afirmados por su tremenda afición a la natación. Solo sus ojos intensos de un azul marino que destacaba sobre la perfecta blancura de su piel, enmarcados por una magnífica melena rubia, delataban la avidez con que iba devorando cada palabra que allí se pronunciaba.

La Sonora y Gruesa voz de Alejandro retumbó entonces sobre la mesa, descargada desde su imponente cuerpo de Jugador de Rugby.

  • ¡¡¡Vamos!!!, ¡que entonces antes de ponerse a follar hay que decorar la habitación, poner luces, velitas, incienso y todo eso! ¿No?,..., ¡MARICONADAS!

Una carcajada general pareció aliviar la tensión sexual que comenzaba a flotar en el aire con el peligro inminente de ser respirada para seguir en un aire más jocoso y menos comprometido entre risas y bromas.

Alejandro me miró de reojo y me pareció vislumbrar un cierto aire de alivio en su rostro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario